MILEI HEGEMÓNICO TRUNCO, PERO SIN FRENO
Milei promueve una lucha ideológica y política para imponer un orden individualista, meritocrático y correctivo desde de la conducción del gobierno. Por la ferviente necesidad de construir un programa gubernamental ultraconservador-liberal asociado a su propia identidad. Ya no le alcanza con armar un proyecto jurídico partidario competitivo para participar en elecciones ni tampoco hacer funcionar la lapicera. Ahora tiene la urgente matriz de quebrar la voluntad general de las organizaciones populares en todo su sistema de articulación contrahegemónico.
De esta manera comenzando por tres estadios; el primero potenciar el conflicto con un nuevo sentido común de lo político, ya iniciado en su campaña pre-presidencial. Segundo confrontar, desarmar y rearmar las alianzas de clases del sistema político, agudizando su reconfiguración desde su asunción. Por último, disputar su imaginario estrechamente relacionado a la consolidación de su discurso social, identidades conservadoras y las aceptaciones de su espíritu institucional. En este caso impulsado por su brazo jurídico-legal con los macroproyectos del DNU y Ley Ómnibus ambos centrado en la apertura económica, la regulación impositiva y la libertad de mercado.
Dichos macroproyectos, se dividen en dos tácticas de acumulación de poder, el primero hace referencia a un conjunto de contenido para repercutir directamente en la base socioeconómica. Mientras la segunda en términos del desarrollo socio-político centrado en la facultad de otorgamiento de poder y la consolidación del poder político de los grupos económicos.
El contexto de influencia
El contexto de influencia de estos dos macro-proyectos estuvo repleto por típicas y no típicas contradicciones vinculada a la farándula veraniega con su teatro de operaciones dramático, trágico y cómico. Todo comenzó con el viaje a Davos con un salón casi vacío, rescatado luego por Eleon Musk con su imagen pornográfica para neutralizar su ridícula performance en Suiza. Por si faltara poco aparecieron el apoyo de Wanda Nara, Carlos Tevez, los besos con Fátima Flores la entrevista de Susana Giménez ante las cruzadas de supuestas coimas y los plenarios legislativos de comisiones, este último siendo un circo y tribuna por su mala gestión. Hay que mencionar, la insólita foto de la C.G.T. R.A. con el trotskismo, la difundida etiqueta mediática del impuesto Kicillof, el impulso de Quíntela con su moneda provincial y los intentos de nacionalización de Llaryora.
Otro rasgo fue el viaje del jefe de gabinete al tesoro y la CIA, el encuentro del Pte. con el CEO de BlackRock y la naturalización de la balacera de goma a los jubilados, periodistas y ciudadanía indignada que se manifestaba en contra de la aprobación de la ley. También la tapa de clarín con un policía en el suelo siendo agredido y los videos de grupos de policías persiguiendo a grupos de manifestantes recordando épocas oscuras de nuestra patria.
Todas estas acciones que influyen estuvieron enmarcadas por hechos contundentes que injieren en el desarrollo del debate social y político; el paro con movilización de la C.G.T. R.A., el respaldo del FMI presidencial con un desembolso y la red de apoyo de las facciones que denomino los pulpos macristas (conducido por Santilli), la U.C.R. (De Loredo) y ciertos legisladores de los anfibios peronistas (Pichetto). El cuarto punto fue la erosión de la ley que arrancó con más de 340 artículos quedando con solo alrededor de 30. Mientras el quinto fue el alto nivel de resistencia de quienes representaron el bloque parlamentario de estructura de oposiciones compuesto en su mayoría por legisladores de UxP -quien sufrió la fuga de tres diputados tucumanos sembrando la posibilidad de nuevas escisiones futuras. Por último el fracaso de las movilizaciones libertarias en apoyo al Pte., como lo fue en su acto de asunción, volvió a suceder durante el debate parlamentario de la ley ómnibus.
Se debe agregar que estos 6 hechos exponen circuitos de relaciones de poder que se invisibilizan y otras que se transparenta en el marco de su disputa de sentidos. Teniendo en cuenta que ordena los posicionamientos de las facciones de poder fácticas y ficticias, por ende, esclareciendo la orientación del ajedrez político actual. Es decir, que el P.E.N. utilizó su brazo jurídico-legal exponiendo dos mega proyectos, no solo para dar señales económicas y políticas sino también reafirmar una metodología para adquirir un pre-diagnóstico del campo sociopolítico doméstico. Así pues, reforzó sus hipótesis de estabilidad institucional y teoría del conflicto con un recalcitrante preámbulo de neutralizar el triunfo riquelmista en el Club Boca Jr. sobre unos de sus aliados estratégicos.
La mano invisible y visible del poder
Esta sección trata de comprender quienes son los que componen el entramado de poder del proyecto ultraconservador-liberal en sus concepciones primarias asociado con su poder de determinación de visibilidades. Entre ellos los actores que aparecen son los liberales utópicos conducidos por Milei, los neoconservadores reaccionarios por Villarruel/Zago, los representantes de la burocracia económica de los mercados concentrados (Franco, Posse, Menem) y aliados conservadores clásicos y tecnócratas liberales. Rápidamente aliado en términos tácticos después de las elecciones generales de octubre con las facciones neo-macistas de estrategia financieristas (Struzenegger, Caputo) y macristas híbridos (Bullrich, Ritondo y grupo minoritarios de la UCR representados por Petri).
Sin embargo, a pesar de representar un bloque de poder social y político extraordinario híper-mediatizado ganando con amplia diferencia un balotaje. Se reproducen estructuras de invisibilización ante las debilidades del actual ejecutivo por eso su obsesión del hiperpresidencialismo. Esto es debido a los temores de ofensivas letales o colaterales por no contar con estructura territorial como intendentes, gobernadores ni grupos de legisladores de peso dentro del congreso. Solo cuenta con los lobbies internacionales globalistas anglo-financieros, la favorable difusión hegemónica de los medios de comunicación locales y la reinstalación del enemigo público; peronismo y estatización.
Pero simultáneamente de manera caótica desde la posverdad ocultado su debate, Milei intermedia su proyecto ultraconservador liberal entre varias facciones societales que complejizan el entramado de poder con los intereses reales. Entre las contradicciones aparecen las identidades fragmentadas de Macri/CFK, capitales nacionales/los capitales trasnacionales y el debate del paradigma Estado presente/ausente. La importancia política de esta invisibilización es la redefinición de la fragmentaciones e incomodidades del bloque colaboracionista, en específico quienes votaron legislativamente la erosionada ley ómnibus.
Este colaboracionismo al P.E.N. no es homogéneo y mucho menos hegemónico demostrando una vieja disputa del universo conservador argentino. Entre ellas, las heredadas contingencias entre gradualistas (Vidal, Frigerio, Prat Gay, Carrió) y doctrinarios del shock (Struzenegger, Caputo, Quintana, Dietrich, Peña) durante la presidencia de JxC 2015-2019. Luego redefinida durante la pandemia covid-19 por la etiqueta mediática entre palomas (Larreta, Santilli, Lousteau) y halcones (M. Macri, Bullrich, Ritondo, Negri) sin poder capitalizar el desprendimiento de las corrientes xenófobas, anti-cuarentenas y críticas al feminismo climatizadas por el escenario trumpista y bolsonarista. Así mismo, queda en evidencia la crisis interna de las facciones conservadoras-liberales en consonancia con otra crisis de las facciones federalista que tienen un espíritu de corte conservador-popular con una firme autodeterminación provincial.
Es así como las facciones de poder provincialistas transformaron sus estrategias en táctica profundizándose sus ambigüedades logrando auto-pocisionarse en un lado de la grieta, pero quedando expuesto cuando hay urgencias no hay tiempo y espacios para indecisos. Por lo que fueron despojando de todo tipo de significantes que lo caracteriza entre ellos el bloque UCR, Coalición Hacemos Federal e Innovación Federal. De igual modo se lleva puesto a los gobernadores de Córdoba, Neuquén, Misiones, Rio Negro, Santa Cruz que se posicionan de la misma manera como modelo de negociación político-estatal para el ascenso de recursos. Se puede condensar que fueron estas incomodidades que ocasionaron el encuentro entre el ministro del interior gobernadores y legisladores de distintos frentes partidarios entre las facciones en crisis. Dicho grupo esporádico constituye un poder imponente pero que se licua en el ámbito geopolítico del toma y daka, en la rutina por quien tiene el mayor protagonismo mediático pre electoral y en los temores de ser funcional al peronismo aliado al kirchnerismo.
Por consiguiente, las estructuras de poder que se trasparentan por acción y omisión son en particular; 1) las dificultades que tienen los proyectos conservadores en reinstalarse luego de la crisis del 2001, tras el pacto económico y social de Duhalde-Alfonsín afianzado por el estado pos-covetibilidad de Kirchner-Lavagna. Se debe agregar desde la operación de rumor 2) un breve posicionamiento impreciso de CFK de “no se pongan anti-milei” solo aportando un paternalismo afectivo político desde el Instituto Patria, despojando indicios de su lulalizacion. Mientras el tercer punto, la redefinición de la estructura de oficialismo con la incorporación de Scioli (anfibio peronista), refundando una nueva etapa de la toma y daka reforzando al ministro del interior G. Franco y la apertura de nuevas incorporaciones de origen peronista pragmáticos. Habría que decir también, los 4) efectos que ocasionará el debate en el senado de la nación con cinco posibles escenarios; rechazo absoluto, postergación temporal, cambios sustanciales volviendo a diputados o se aprueba.
En conclusión
Desde el 10 de diciembre aparecen indicios contundentes del tipo de hegemonía aparente plasmando sus tropiezos en poco tiempo por su adolescencia de Milei en el poder. Pero haciendo uso de la misma como fortaleza para manifestar la robusticidad de su proyecto ultraconservador-liberal.
El primero fue apropiarse de los simbólico, como lo fue en el caso de presentar el DNU en una fecha clave como el 20 de diciembre día significativo de la resistencia popular. Por otro lado, la política tradicional no contará con mega obras para su sustentabilidad electoral profundizando la posverdad en su acumulación política con el tono de enfrentar el statu quo de gobernadores. Mientras el segundo la muestra material de ganar tiempo como sea siendo que deben aprovechar los primeros meses de gestión para realizar cambios sustanciales. Además, donde estos 40 días hiperintenso y mediatizado demostraron lo que será los próximos 1420 días -ni hablar si existe un triunfo electoral en el 2025 -si es que logra cesar la inflación de los precios doméstico. De este modo, el gobierno nacional reunió 144 -versus 109- de manera contradictoria con opositores colaborando en esa mayoría calificada que aportaron desde el silencio o la crítica en el congreso o en los programas de televisión. Esta mas que claro, que no hay un trabajo orgánico de estrategia interparlamentaria por lo que puede ser un punto de partida de futuras contradicciones.
Por último, la síntesis de Milei; ¿Será el jefe de campaña “ético” de su propio proyecto ultraconservador? ¿Será el jefe de campaña de polarización “ideológica” del macrismo o/y kirchnerismo? ¿o bien será el jefe de campaña de polarización “electoral” de un expresidente Macri, Alberto o CFK? ¿Pero mejor dicho será en términos de polarización “valorativa” de excandidatos presidenciales como -los que están en su gabinete- Scioli o Bullrich? ¿mejor dicho será una nueva etapa de re-polarización de las percepciones políticas entre mezclando lo ético, ideológico, valorativo y electoral dejando de lado los indecisos y especuladores?