La desigualdad en la educación – Influencias que determinan estas desigualdades
La educación es un derecho humano, entendiendo que, en estos tiempos el gran desafío de nuestro sistema educativo es el fortalecimiento de las escuelas como instituciones capaces de gestionar la difícil tarea de educar en el contexto social, político, cultural y económico en que se encuentran. Si bien la educación es un derecho, no todos tienen acceso a una educación de calidad y continuidad ya que influyen factores que genera la desigualdad como también la pobreza que contienen, para que nos encontremos con niños y/o jóvenes que tengan que salir trabajar en lugar de ir a la escuela. En la Argentina se han producido y se siguen produciendo transiciones gubernamentales de escasa continuidad, donde por momentos a un gobierno de corte popular le sigue otro gobierno conservador con políticas púbicas totalmente opuestas. Los gobiernos populares generan políticas de recuperación de derechos con presupuestos que son favorables a la educación, la salud y que responden a las necesidades del pueblo, mientras que luego lo sucede un gobierno de tipo conservador que reduce esos derechos bajando los presupuestos en educación y de salud generando nuevas crisis económicas y desigualdades que afectan a las mayorías.
Hace no muchos años, Argentina ha sufrido en varias ocasiones la incursión de gobiernos de facto que emplearon políticas antipopulares y generaron crisis que todavía hoy es difícil superar. Los gobiernos antipopulares apoyan por conveniencia la enseñanza privada aumentando la brecha de las desigualdades achicando el Estado y creando un sistema educativo meritocrático donde solo aquellos de clases sociales medias y altas pueden acceder a esa educación porque pueden pagarla.
Estos podrían ser algunos de los factores que hacen a las desigualdades educativas, este trabajo pretende traer luz a través de ejemplos de sucesos actuales y hechos históricos que nos resultan de utilidad citar.
Un informe realizado en el mes de octubre del año 2021 establece cifras que permiten obtener datos sobre la desmesurable desigualdad del sistema educativo argentino, los posibles factores tienen variados orígenes que son previos a las diferencias que se producen en el período educativo y que tienen que ver con la influencia de factores geopolíticos como por ejemplo si el individuo pertenece a una comunidad de niveles económicos de indigencia, como una villa o asentamiento, dentro de qué estrato o clase social se ubica, factores religiosos, étnicos, etc. También el informe señala que de cada 100 estudiantes que ingresan, solo se gradúan 55 y éstos pertenecen a la educación privada, es decir que en el grado de segregación socioeconómica queda en evidencia la influencia del nivel ingresos económicos. “Casi la totalidad de los niños y niñas de menores ingresos asisten a la escuela primaria pública, mientras que, en el extremo de los ingresos más altos, casi el 80 % concurre a escuela privada.” (Observatorio Argentinos por la Educación, Viernes 1.10.2021-Última actualización – 14:40)
El más actualizado de estos informes (fuente 2022) solo demuestra que el problema persiste y tiende a aumentar.
Según la EPH se evidencia una mayor desigualdad en la enseñanza secundaria. Lo que también destaca el estudio es que en este sector se produce la misma diferencia a favor de la educación privada. Los factores que influyen en los resultados insuficientes que muestra la escuela pública secundaria, son deserciones debido a situaciones económico laborales y familiares, otro factor importante lo produjo la pandemia de Covid y la interrupción de las clases por un tiempo prolongado a lo que se sumaron los déficits en los medios tecnológicos (internet, computadoras, etc.) en hogares de escasos recursos económicos, se puede incluir como factor complementario el fácil acceso al consumo y el dinero rápido que produce la venta de las drogas ilegales, en un determinado porcentaje de casos, siendo que el acceso a la educación es obligatorio y garantizado por ley, la realidad supera la legalidad.
Este trabajo contiene un análisis de estas desigualdades, así como también cuales son los desafíos que enfrenta la educación hoy, las necesidades de programas de alfabetización y la necesidad de políticas públicas que apunten a reducir las inequidades aportando actualizaciones en los programas de estudios que garanticen salidas laborales para una mejor calidad de vida. (Unidiversidad, 10 de octubre de 2022)
Marco teórico
El análisis bibliográfico realizado da cuenta de una serie de elementos relevantes sobre las influencias que determinan la desigualdad en la educación en nuestra sociedad actual, observando aspectos socioculturales, económicos y políticos que, a lo largo de nuestra historia viene sufriendo diversas transformaciones en busca de mejoras educativas que brinden una mayor calidad en todos los niveles de la educación, teniendo en cuenta los factores mencionados anteriormente. Entendiendo que la educación es una herramienta de dominación por parte de los gobiernos como una forma para mantener un pueblo sometido y obediente. La educación debería contener la enseñanza que los derechos sociales deben ser respetados.
El debate en la sociología de la educación de la Argentina según Botinelli no solo se reduce a la solución de los problemas de desigualdad de la sociedad en general, sino también que las políticas deben ir orientadas a la superación de estas diferencias con el aporte de recursos concretos, económicos a través de políticas públicas de desarrollo y expansión y no utilizando a la educación como el elemento de ajuste y reducción de gastos en sus políticas. (Botinelli, Leandro 2017), teniendo en cuenta que la desigualdad no solo afecta la cuestión educativa, sino que también la situación laboral de los educadores.
Entre tantas consecuencias que produce la desigualdad, los problemas que se presentan son, en primer lugar, el acceso a la educación y en segundo lugar evitar la deserción, contener la permanencia y habiendo regularizado esto, trabajar sobre el aprendizaje que debe ser actual y orientado al desarrollo del crecimiento personal del educando para terminar con aquella educación que conduce a la dominación.
Según Dubet este debate de equidad representa cierta actualidad dentro de las políticas sociales y educativas, aunque históricamente se ha reconocido su existencia igualitarista desde el siglo pasado, se comenzó un proceso de integración y modernización cuando se impuso la objetividad científica y la secularización del conocimiento desplazando al misticismo y la religión de la realidad, desencadeno polémicas, debates y malestares ideológicos. (Dubet y Martuccelli, 2000).
De este modo la oferta educativa homogénea estuvo presente en la dinámica de conformación de los Estados nación de la región como un proyecto político que abarcaba todos los estratos de la vida social y económica, lo que nos revela que la desigualdad es un problema político, no es producido por fenómenos naturales sino que puede evitarse, con el empleo de políticas apropiadas no solo en el ámbito educativo sino abarcando el vasto panorama social que incluye los problemas laborales (precariedad laboral, bajos sueldos y explotación en ciertos niveles y clases sociales) sumado a esto las carencias que producen las malas políticas públicas que agregan a las desigualdades la pobreza estructural, la mala alimentación en los primeros años de vida provocando u déficit cognitivo a los futuro en niños que llegan a la escuela en estado de deficiencias intelectuales por la mala alimentación.
Las desigualdades obedecen a la gran brecha que hay entre ricos y pobre, donde la educación puede contribuir a cerrar esa grieta donde el estado debe tener presencia aportando una educación pública universal y de calidad, los gobiernos deben evitar en primer lugar que tengan que asumir el costo de una buena educación y que así como es obligatoria debe ser absolutamente gratuita, pero en segundo lugar otorgando políticas de trabajo, de producción y salariales que mejoren el estado de vida de las familias, en otras palabras también se solucionaría el problema de la desigualdad educativa generando una justicia social en la distribución de ingresos con vistas a reducir la pobreza, efecto que crearía oportunidades para la sociedad en general.
La educación puede cerrar la brecha produciendo igualdad entre mujeres y hombres, entre las distintas clases sociales y de esta manera se mejoraría drásticamente y se generaría el tan soñado estado de bienestar.
Discursivamente se expone la necesidad de una educación universal, gratuita, pública y de calidad. Si consideramos la universalidad podríamos destacar que se ha alcanzado en la escolarización primaria que sea prácticamente universal tanto para niños, niñas y niñes. La gratuidad en Argentina es lo que caracteriza la escuela pública y cuando decimos que es pública también decimos que es eficaz. Algunos gobiernos de corte conservador quisieron justificar sus ajustes en la educación restándole calidad en la escuela pública. Sabemos que no es así puesto que grandes personalidades científicas, intelectuales, artísticas argentinas provienen de la enseñanza pública, por lo que la solución está en manos de los gobiernos escuchar los debates, mirar informes y actuar sobre lo constatados para invertir adecuadamente en la educación pública. Esta educación debe ser altamente inclusiva con respecto a las diferentes necesidades de aquellos que están en inferioridad de condiciones intelectuales o de capacidades físicas que pertenecen a minorías y grupos marginados en situación de pobreza y sin escolarización. También debe ser una educación que contemple programas de estudios con contenidos que sean coherentes a la realidad social actual para que los estudiantes puedan reconocer el ámbito donde se desarrollan y los problemas que se presentan en esos lugares creando un pensamiento crítico en el alumnado, mucho más lejos de aquellos programas que todavía se utilizan y que atrasan la realidad a condiciones y tradiciones que ya no están vigentes.
Todo lo que reúne la sociedad escolar no es suficiente para lograr el tan preciado éxito entre los educandos y el resultado final de la educación, es necesario que la escuela mantenga una relación con las familias ya que la influencia positiva es generar un contexto de relación entre los pilares fundamentales de la vida de las personas en edad escolar . (Pascagaz, 2019)
Pierre Bourdieu define al capital social como algo que no es adquirido naturalmente, sino que es el resultado de una construcción social, pero esa construcción deviene por inversiones materiales y simbólicas, en este sentido podemos analizar a partir de los datos empíricos registrados que la educación en Argentina está atravesada en parte por la meritocracia, si bien Marx define a la sociedad como una lucha de clases, Bourdieu diferencia distintos estratos sociales a través del capital social.
Concluyendo que el capital cultural como dice Bourdieu, influye en el desarrollo cognitivo de los escolares, porque no solo lo trasmite la escuela sino que también lo trasmite la familia y el entorno en donde se relacionan, el capital económico no se puede negar en el caso de la educación, entendiendo que en hogares donde no hay necesidades económicas el estudiante tiene fácil acceso a la información y a los materiales necesarios para su educación, pero también a una buena nutrición que es lo necesario para un buen desarrollo cognitivo, el capital social tiene influencia en el ámbito o entorno en que se mueven los estudiantes, y el capital simbólico incide en la educación desde el reconocimiento, la atención y la importancia que le da la familia. El éxito escolar es condicionado también desde las aptitudes de los educandos y su acceso a la información, a los libros, sin olvidar la institucionalización de la educación a través del egreso, cuando se produce el proceso de legitimación donde se le otorga un título. (Bourdieu, P. 1979; “Los tres estados del capital cultural”. En Sociológica N° 5, Vam-A, México) .
Si la educación no es pública y gratuita solo refuerza la desigualdad de clases y de género. Así lo expresó la Dra. Constanza Moreira, docente e investigadora de la Universidad de la República (UDELAR) de Uruguay.
Argentina tiene los mejores indicadores de educación de América Latina. Uruguay los tuvo, ahora tenemos muchos problemas en la culminación del ciclo de enseñanza media, pero tanto en Argentina como en Uruguay nuestras generaciones de estudiantes universitarios más de la mitad vienen de familias que no tenían sus padres en el nivel universitario. Esto quiere decir que hay una invasión y un incremento de la matrícula hacia las universidades muy importante. (Moreira, 24 junio, 2022)
Conclusión
Durante muchos años fue y aun hoy es tratado, investigado, comparado, analizado y medido por organismos gubernamentales e instituciones dedicadas a la investigación sobre la desigualdad en la educación y las influencias que determinan esas desigualdades para el ingreso, permanencia y la graduación, trayendo múltiples evidencias empíricas sobre diversos cambios y/o la permanencia de la desigualdad y el acceso a los distintos niveles educativos.
Es a partir de ese caudal interminable de datos que se expresan sobre la necesidad de que las escuelas estén preparadas para una educación de calidad, sólo es posible con escuelas que estén aptas, con los recursos y las capacidades necesarias para desarrollar programas acordes al perfil de sus alumnos, capitalizando recursos, escuchando a sus estudiantes como cada individuo diferente que es, y responder a sus expectativas. No podemos hablar de meritocracia sin igualdad de oportunidades, es solo una forma de invisibilizar la desigualdad, la Argentina es una sociedad en la que palpita un proceso de creciente diferenciación social desde hace décadas sumado a una pobreza estructural naturalizada y hoy acentuada por la pandemia. En la actualidad se habla de dar o brindar educación de calidad para un mayor progreso en la sociedad.
Seria imperiosos que el estado nacional tomara de su tiempo para analizar esta vasta cantidad de datos y que entendiera que no solo de números se trata, son personas con necesidades, dejar de lado pero, sin olvidar el sistema educativo e implementar políticas públicas para desarraigar la naturalizada pobreza estructural y comprender que es necesario mejorar la calidad de alimentación y salubridad en los niños desde el nacimiento y todo el proceso de desarrollo en su primer infancia como prioridad, puesto que está comprobado científicamente que ese es el momento donde una nutrición de calidad hace al desarrollo cognitivo necesario para el aprendizaje de aquel futuro estudiante, queda pensar que existe un plan sistemático para la disminución de intelectuales, científicos y pensadores, y que la educación pasara a ser un bien de lujo que solo pueden acceder quienes puedan pagar y si solo si quienes lleguen con su nivel de cognición e intelecto.
Bibliografía:
- Althusser, Louis. Ideología y aparatos ideológicos de Estado. (Traducido por Alberto J. Pla Ediciones Nueva Visión, Buenos Aires, 1974)
- Botinelli, Leandro (2017) Educación y desigualdad. Un repaso por algunos aportes de la sociología de la educación en la Argentina. Revista Sociedad n°37 (https://publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/revistasociedad/article/view/2974/2463)
- Bourdieu, Pierre. Passeron, Jean Claude. Los herederos. Los estudiantes y la cultura. Bourdieu, P. (1979); “Los tres estados del capital cultural”. En Sociológica N° 5, Vam-A, México.
- Dubet, F. y Martucelli, D. (2000). En la escuela. Buenos Aires, Ed. Losada.
- Ernesto Fajardo Pascagaza, Luis Carlos Cervantes Estrada, ECSAN, Bogotá, Colombia
Las teorías sobre la sociología de la educación y su impacto en los sistemas y políticas educativas en américa latina. - www.oxfam.org (2019)
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