Los medios de incomunicación. Los matices de la violencia.
La violencia de género se presenta como el símbolo más brutal de desigualdad existente en la sociedad, nos referimos a la violencia ejercida contra las mujeres por el hecho de ser mujeres.
La violencia de género se presenta como el símbolo más brutal de desigualdad existente en la sociedad, nos referimos a la violencia ejercida contra las mujeres por el hecho de ser mujeres.
En sociedades conservadoras, los susurros corren de oído en oído, en conversaciones y murmullos, donde solo importa el qué dirán sobre esos “bichos raros” que conviven entre los “normales”, olvidando que estamos frente a personas que tienen las mismas necesidades, deseos y sentimientos.
Deconstruir conductas que corporizan emociones y comportamientos para revertir la violencia de género, es una tarea necesaria y urgente para lograr la igualdad entre los sexos, para así poner fin a prejuicio dañino y perverso que algunos tienen hacia mujer.
Históricamente conocemos las distintas formas de desvalorización y desprecio hacia la mujer; desde el trabajo que fue divididos en roles atribuidos a mujeres y roles otorgados a los hombres, dotándolos de virtudes y valores, las labores femeninas eran consideradas inferiores y negativas, excepto al momento de la maternidad por su función procreadora, donde el hombre se proclama como único dador de vida y la mujer depositaria de vida.
as mujeres somos violentadas no solo por parte de los hombres sino también de las mujeres, nuestras madres, nuestras abuelas que de la mano de la justificación y el miedo al qué dirán, nos fueron marcando rumbos, «el buen camino «, como por ejemplo en una charla con Doña Pocha de 80 años sobre el significado de patriarcado y machismo
Ansestras, palabra que no existe en el diccionario de la RAE, en este sentido, la directora del programa, Mónica Navarro, explicó: «tomamos esa palabra como fuente de resistencia desde el lenguaje, como una herramienta para visibilizar la vejez femenina desde un lugar positivo», y destacó la necesidad de hablar de desnaturalización y visibilizarían: esto se debe a que la apelación a la naturaleza es una de las formas fundamentales de legitimación de las desigualdades sociales. «Por ejemplo, cuando decimos: es natural que las mujeres sean madres.