Dos teorías sobre la estupidez humana
Hay varias teorías sobre la estupidez humana, entre ellas podemos encontrar a la de Dietrich Bonhoeffer y la de Carlo Cipolla, y sobre estas dos es lo que vengo a compartir sucintamente.
La historia de Dietchich Bonhoeffer debe ser leída y apreciada, ya que se trata de un humanista que no solo dejó este mensaje sobre la estupidez humana, sino que deberíamos interesarnos sobre lo que él padeció por la estupidez humana. Los invito a conocer quién fue Dietrich Bonhoeffer, pero ahora sigamos con el tema.
Lo que hizo Dietrich Bonhoeffer, es desarrollar una teoría sobre la ignorancia humana y aplicación al comportamiento. Pero básicamente postula que los individuos luchamos por refrenar el comportamiento irracional y aceptamos una realidad dada.
Empecemos por los componentes básicos que definen la estupidez:
- el egoísmo
- la ignorancia
- la cobardía
- la codicia
He hecho una lista numerada por comodidad, pero puede aplicar la propiedad conmutativa, ya que eso no alterará el resultado.
Empecemos por el egoísmo, que no es más que el impulso de lograr algo para uno mismo a expensas de los demás.
Por otro lado, la ignorancia, que se refiere a todos los conocimientos que posee una persona, pero que no tiene en cuenta a la hora de tomar decisiones, y esas decisiones, cuando son tomadas únicamente con la intención de beneficiarse a sí mismo o a un grupo reducido de personas, sin considerar el bienestar de los demás, definen también los componentes de cobardía y codicia.
En los extremos de la naturaleza humana tenemos el altruismo y el en otro extremo, el egoísmo. Lo que podríamos graficar así:
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Los altruistas son esas personas que comparten, y que consideran a los demás tanto como así mismos, y los egoístas son las personas que solo piensan en sí mismos y atesoran más de lo posible, sin tener en cuenta a los demás. En este último extremo, es donde viven la mayor cantidad de estúpidos.
En otras palabras, el altruismo brinda satisfacción individual, pero también, y a la vez, en lo colectivo, además de contribuir a un bienestar real, tanto propio como general.
Pero el altruismo está más allá de la simple generosidad, ya que es la habilidad para crear bienestar para los demás sin esperar nada a cambio.
El altruismo en las relaciones personales, específicamente en el ámbito laboral, mejora la productividad, motivación, comunicación y compromiso tanto con lo común como con nosotros mismos.
Tener una actitud y un comportamiento altruista no significa un sacrificio personal, abandonar nuestras ambiciones personales, sino que a esos objetivos individuales le sumamos la posibilidad de compartirlos en una proporción que nosotros mismos decidamos, y estratégicamente hablando, puede ser hasta más beneficioso para todos. Digamos que todo se trata de encontrar un equilibrio entre hacer el bien para nosotros mismos y también para los demás. Obviamente que debemos procurar nuestro sustento, como primer objetivo, pero luego, cumplido ese objetivo, compartir los beneficios obtenidos. ¿Qué cómo compartirlo? No necesariamente debe ser con dinero o bienes, sino también puede ser con nuestro tiempo, ayudando con nuestro físico o intelecto a ayudar a quienes lo necesitan.
Dicho todo lo dicho, pasamos a la parte dura del tema.
Las 5 leyes básicas de la estupidez humana – Carlo Cipolla
Empiezo dando una definición muy acorde con los momentos que estamos viviendo, donde el autor hace referencia a cuando se encuentra y entrecruzan el poder político y la estupidez:
No resulta difícil comprender de qué manera el poder político, económico o burocrático aumenta el potencial nocivo de una persona estúpida.
Carlo M. Cipolla
El siguiente esquema intenta explicar lo que es y provoca la estupidez humana:
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Breve explicación de las reglas
1- Todos, siempre subestimamos la cantidad de personas estúpidas en circulación.
Minimizar la gravedad de un problema, es parte de la condición humana, por lo tanto, ahí estamos gran parte de todos nosotros.
2- La probabilidad de una persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica que tenga esa persona.
Ser estúpido no está relacionado con la formación académica o la cultura que se posea. El estúpido puede vivir en una comunidad caníbal o ser rector de una universidad prestigiosa, un célebre astrónomo o un albañil.
3- Las personas estúpidas inevitablemente tomarán decisiones que nos confunden, ya que su razonamiento simplemente se nos escapa de cualquier comprensión.
Un ejemplo sería: ¡No tenemos más dinero!, no hay problema, pidamos un crédito y después vemos cómo lo pagamos, o simplemente que lo paguen los que me trasciendan. Estos son los súper-estúpidos, que además pueden entrar en la categoría de delincuentes.
4- Las personas no estúpidas siempre subestiman el poder dañino de las personas estúpidas.
Los estúpidos siempre toman por sorpresa a los no-estúpidos. Típico de economista liberal: los números deben cerrar.
Recomendación importante: EVITAR CUALQUIER RAZONAMIENTO RACIONAL CON ESTE TIPO DE ESTÚPIDO
5- Las personas estúpidas son el tipo de personas más peligrosas.
Puede provocar daños con insoportables consecuencias, solo porque él creyó que actuaba bien.
Recordar que el delincuente puede razonar, mientras que este tipo de estúpido, no. Esta clase de estúpido constituyen un peligro real para la humanidad.
Para finalizar, les dejo un enlace donde se pueden descargar el texto de Carlo Cipolla al que hago referencia. En cuanto a Dietrich Bonhoeffer, existe mucha información sobre su persona. Aquí les dejo un vínculo como para empiecen a conocerlo.
Ah!, a tener mucho cuidado, porque mucho estúpido anda dando vueltas por ahí, no vaya a ser cosa que nos choquemos dos veces con el mismo tipo de estúpido, que tiene cara diferente, pero son lo mismo.
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