MACHISMO EN FEMINISMO
La violencia institucional, como la que tenemos en la administración de Pettovello, con prácticas y políticas que perpetúan la desigualdad y la exclusión a través de estructuras formales, estas prácticas institucionales no solo afectan a las personas a nivel material, sino que también contribuyen a la perpetuación de sistemas de opresión. La negativa de Pettovello a apoyar los comedores comunitarios no solo impacta directamente en la seguridad alimentaria, sino que también refuerza las necesidades de los sectores más vulnerables perpetuando la marginalización y la desigualdad.
Pettovello al negarse a proporcionar alimentos a los comedores comunitarios tiene un impacto directo en la inseguridad alimentaria, la privación de recursos esenciales limita las oportunidades y la capacidad de las personas para ejercer sus derechos y mejorar su calidad de vida.
Las mujeres, a menudo las principales responsables de la seguridad alimentaria en sus familias, enfrentan una carga desproporcionada cuando los recursos no están disponibles. Esta situación agrava la pobreza y perpetúa la desigualdad económica, afectando negativamente a las familias en situación de pobreza.
Pettovello, al no apoyar a otras mujeres y al actuar en detrimento de ellas, demuestra una falta de solidaridad de género; operando desde adentro y apoyando las estructuras patriarcales existentes, Pettovello contribuye a mantener el statu quo de opresión y desigualdad.
El maltrato y la falta de apoyo hacia estas mujeres también tienen un impacto significativo en su bienestar psicológico; la violencia simbólica y el desdén socavan su autoestima y sentido de empoderamiento, ya que el daño emocional derivado de la falta de apoyo puede tener efectos duraderos en la salud mental, reduciendo la capacidad de las mujeres para participar activamente en sus comunidades y buscar mejoras en sus condiciones de vida, la opresión no solo afecta a las mujeres en términos materiales, sino que también tiene profundas implicaciones psicológicas que limitan su capacidad de resistir y transformar sus condiciones.
El acceso de las mujeres a roles de liderazgo y poder se ha celebrado como un avance hacia la igualdad de género, sugiriendo que su presencia en posiciones de autoridad puede transformar las estructuras sociales para el beneficio de todos.
Sin embargo, Sandra Pettovello pone de manifiesto cómo una mujer en una posición de poder puede traicionar a otras mujeres al reproducir y perpetuar las estructuras patriarcales y las desigualdades de género. El «Efecto Pettovello» ilustra cómo una mujer en el poder puede, en lugar de desafiar las estructuras patriarcales, reproducir y perpetuar la desigualdad de género.
Desde la perspectiva del machismo, Sandra Pettovello puede ser caracterizada como alguien que, a través de sus acciones y comportamientos, perpetúa y refuerza las estructuras y actitudes patriarcales. Al negar recursos esenciales y maltratar a las mujeres de los comedores populares y merenderos que viven día a día en situación de vulnerabilidad, con un hambre que duele, ella reproduce
dinámicas de poder opresivas que son típicas del machismo.
Es fundamental la importancia de no solo considerar el género de los individuos en el poder, sino también las formas en que sus acciones contribuyen a mantener o desafiar sistemas de opresión y desigualdad.