El sueño americano
El régimen neoliberal en su forma más tardía y moderna propone este tipo de actividad lejos de la mera explotación del trabajador por cuenta ajena y la transforma en auto explotación.
El régimen neoliberal en su forma más tardía y moderna propone este tipo de actividad lejos de la mera explotación del trabajador por cuenta ajena y la transforma en auto explotación.
Una sociedad se vuelve digna de ser vivida cuando los derechos humanos se amplían a todos sus habitantes sin distinción y el Estado se transforma en garante de su pleno ejercicio. La ley de cupo trans establece que todos los organismos del Estado deben ocupar en una proporción no inferior al uno por ciento de su planta de personal a personas travesti, transexuales y transgénero, además se brindará capacitación con perspectiva de género y diversidad sexual.
No vemos nuestras miserias si no nos reflejamos en los otros, no nos vemos porque no queremos, pero sí nos sentimos seguros de que nuestra moral es la que corresponde de acuerdo a la categoría que le dimos al otro y eso nos habilita para utilizar nuestra moral de la crueldad: “sinvergüenza”, ni culpas.
Las mujeres no están ni han estado al margen de los sucesos que ocurrieron y ocurren en el mundo, sino en el mismo núcleo de la formación de la sociedad y la construcción de la civilización.
Si de pronto te das cuenta que trabajas mucho y lo que ganas te resulta insuficiente, te sientes explotado, la reacción lógica sería protestar, pero aquí es cuando el efecto del discurso moral que escuchas cambia tu actitud de protesta a la explotación por una de resignación.
En la actualidad somos víctimas de muchos que utilizan la lengua como una espada aguda, y, a medida que los medios de comunicación y las personas en general se dedican más a este pasatiempo, el mal uso del lenguaje y la información parece agregar más violencia y destrucción en nuestras sociedades. En el idioma corriente esta actividad destructiva se conoce como crítica negativa con la intención de hacer daño.
La violencia de género se presenta como el símbolo más brutal de desigualdad existente en la sociedad, nos referimos a la violencia ejercida contra las mujeres por el hecho de ser mujeres.
En sociedades conservadoras, los susurros corren de oído en oído, en conversaciones y murmullos, donde solo importa el qué dirán sobre esos “bichos raros” que conviven entre los “normales”, olvidando que estamos frente a personas que tienen las mismas necesidades, deseos y sentimientos.
Deconstruir conductas que corporizan emociones y comportamientos para revertir la violencia de género, es una tarea necesaria y urgente para lograr la igualdad entre los sexos, para así poner fin a prejuicio dañino y perverso que algunos tienen hacia mujer.
Un ensayo de Patrica Simón que nos invita a ver más allá de nuestros temores. Desde el arranque del siglo XXI, el nivel de incertidumbre que nos hemos visto obligados a manejar en las sociedades occidentales ha aumentado sin cesar.